viernes, 3 de noviembre de 2017

BRAINPOWERED 31: LO ÚNICO QUE NECESITAS ES ODIO, por Warren Ellis

Algunas notas sobre las respuestas que he recibido a columnas anteriores. 

Anita de Australia cree que el uso de la talidomida como metáfora en los cómics de Kieron Gillen era extremadamente ofensivo, y decidió decírmelo a mí en lugar de a Kieron. Déjame asegurarte que ninguno de nosotros hemos querido dar a entender que las víctimas de la talidomida sean fanáticos de [John] Vines. Espero que esté claro. Y para las varias criaturas que se quejaron porque de alguna forma percibieron que la semana pasada había intentado equiparar a los neo-conservadores estadounidenses con los nazis, sencillamente me parecéis unos retrasados. Sois animales intelectualmente enfermos que representan todo lo que la raza humana tiene que vencer. Incluso los yonquis como Limbaugh Rush se ríen de vosotros. Ah, y de forma preventiva: cada vez que uso la palabra "retardado" sé que recibiré correo de alguna universidad. Conseguíos un jodido trabajo.

Con calma.

Sin embargo, esta semana voy a ser lo suficientemente comprensivo con los que todavía están estudiando en la universidad. Porque por fin el gobierno británico ha encontrado una forma de confundir a las pocas personas que seguían pensando que habían votado a un gobierno laborista.

Un resumen muy breve y torpe de cómo se supone que funcionan las cosas: pagamos impuestos. El gobierno participa en las actividades económicas. Los impuestos y emolumentos se pagan y acumulan en un fondo común llamado el Tesoro. El Tesoro se utiliza para pagar lo que la gente necesita. Me imagino que la mayoría de las personas son como yo y quieren seguir pagando, porque saben que las carreteras no aparecen de la nada y que los parques de bomberos no funcionan a base de insertar monedas en una máquina. Seguro que la mayoría que ha dejado de escuchar hasta aquí serán los libertarians americanos que piensan que lo único que se interpone entre ellos y la posesión de un cohete es que su gobierno les obliga a pagar impuestos, por no hablar de los pesados ​​anarquistas que piensan que el futuro es de las personas que practican la inedia. O los serios tribalistas que pretenden intercambiar comida por cestos de mimbre que han fabricado ellos mismos. Seguro que las personas a las que les gusta la electricidad, en general, me siguen escuchando.

Ahora me iré al otro lado. Soy un socialista inglés. Esto significa que creo en las telepantallas, el crimental y otras cosas doblemásnobueno. La seguridad social desde la cuna a la tumba. Una economía mixta. Y un sistema educativo gratuito y de calidad. No creo que tengamos que dar una educación sobre una base transaccional.

Sin embargo, este fin de semana pasado nuestro canciller Gordon Brown ha interpretado el viejo estereotipo de un escocés de puños apretados con un puño blanco en el bolsillo. Ha afirmado literalmente que la educación universitaria no debería ser gratuita y que si les estamos ofreciendo educación de calidad a los estudiantes, entonces deberían devolver el dinero. Esto se conoce como "tarifas de recarga". Varios miles de libras por estudiante.

Dado que todavía pagamos una tasa de impuesto sobre la renta que podría hacer palidecer a los estadounidenses, de alguna manera no creo que el Tesoro se haya convertido en una gran caja llena de aire sin nada más.

Me encanta pagar impuestos. Me gustaría pagar menos, porque algunos meses es difícil encontrar efectivo para pagar nuevas cubas de aceite hirviendo que verter sobre los campesinos desde mis almenas. Pero me gusta pagar impuestos. Porque significa que los bomberos vendrán cuando los necesite, significa que recibiré tratamiento cuando esté enfermo, y porque nuestros hijos recibirán la educación necesaria, esperamos, para que cuando sean adultos tomen mejores decisiones que nosotros.

Una tarifa de varios miles es la diferencia entre las personas de origen pobre que reciben educación para conocer el mundo en general a que se les enseñe a decir: "¿quieres patatas fritas con tu menú?"

No fui a la universidad. No soy especialmente inteligente. Pero estoy contento de seguir pagando impuestos para que la gente más inteligente que yo pueda continuar actualizando sus dones. Como escritor profesional y hombre que lleva mucho tiempo en este mundo, me permito recordarte que el Tesoro es una riqueza común, no una especie de bandidaje, existe para que se gaste en el bien común.

¿O te gusta la idea de toda una generación que cuando mira al cielo nocturno, lo único que ve es el apagado brillo aséptico de los logos de McDonalds?

(Puede que mis lectores estadounidenses probablemente no hayan entendido ni una palabra de lo anterior, excepto lo que hayan pillado los libertarians. No me importa, porque de todos modos me pagan por lo escribo. Y sé que voy a gastar el dinero en comunismo.)

-Warren Ellis (escrito en algún momento de 2002-2004.)

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