martes, 20 de noviembre de 2012

ENTREVISTA CON HELEN MCCARTHY SOBRE LOS CORTOMETRAJES DE OSAMU TEZUKA

Realizada por Alex Fitch para Electric Ship Magazine, septiembre de 2008, traducida por Frog2000.

Alex Fitch charla con Helen McCarthy, autora de los libros “Hayao Miyazaki: Master of Japanese Animation” y "The Anime Movie Guide”, sobre la obra del pionero del manga y anime Osamu Tezuka, cuyo trabajo aparecerá en un festival de cortometrajes de acción real, animación y películas de larga duración en el Centro Barbican de Londres, desde el 18 hasta el 24 de septiembre de 2008.

Alex Fitch: El estilo de los primeros dibujos animados de Tezuka era muy diferente del de su trabajo en el manga, muy de los sesenta. La animación de los dibujos animados de Disney de la misma época como Los Aristogatos y 101 Dálmatas era más plana y caligráfica, con trazos mucho más duros. Lo que hacía Tezuka parece una respuesta a ese estilo.

Helen McCarthy: Se parecía mucho al estilo gráfico de la época en general. Si nos fijamos en el diseño de dibujos en general de la década de los sesenta (para telas y muebles, etcétera), podemos darnos cuenta de que su obra respira el mismo “zeitgeist”. Tezuka formó parte muy importante del espíritu que animaba los sesenta.
AF: ¿Dónde se podían ver en esa época los cortos de dibujos animados experimentales de Tezuka?

HM: La mayoría fueron realizados para festivales o como "muestrarios". Obviamente, alcanzar el éxito en el circuito de festivales era muy positivo para cualquier animador, porque demostraba el nivel de calidad que muy probablemente fuese capaz de ofrecer, por lo que Tezuka continuó haciendo cortos. Creo que si no hubiese hecho otra cosa que los cortometrajes, todavía seguiría teniendo una considerable reputación internacional como animador. Además, con el paso del tiempo sus cortometrajes se convirtieron más en un capricho que en una parte más de su carrera.

AF: ¿En qué momento se convirtió el anime en algo tan enorme en Japón?

HM: En realidad el anime floreció con la llegada de la televisión, pero antes, en Japón ya había tenido mucho éxito. Había una compañía llamada Toei Doga que solía hacer clásicos animados (películas de dibujos animados para niños) muy bien realizados. Estaban producidos costosamente y filmados de una forma magnífica. Su producción era de dos o tres al año, los niños podían verlos durante la época de vacaciones y resultaba muy placentero acudir al cine para verlos. Es el mismo modelo de Hayao Miyazaki: realizar siempre una película para niños, ¡sólo es una vez al año, pero es muy buena! Tezuka se dio cuenta de cómo el uso de la televisión se estaba extendiendo por todo Japón, y se puso a investigar los dibujos animados que venían de América, los de Hanna-Barbera y de los estudios del extremo más barato del mercado. Un viejo amigo suyo (Shinichi Sakai) le dijo: "¡Creo que nosotros también podríamos hacer algo parecido... podríamos lograr que el contenido japonés para televisión fuese más barato y rápido de hacer, y luego se lo podríamos vender a los Estados Unidos!” Tezuka estaba totalmente de acuerdo con la idea y se puso a hacer Astro Boy con el objetivo específico de vendérselo a Estados Unidos, ¡pero además logró un enorme éxito!
AF: ¿Cuánto solía durar el intervalo entre la emisión del programa en Japón y su envío y programación en el extranjero?

HM: Exactamente seis meses. Si por ejemplo un programa se proyectaba el día de Año Nuevo de 1963 en Japón, llegaba a los receptores estadounidenses a finales de junio.

AF: Creemos que el fenómeno de que el anime se traduzca al inglés para los estadounidenses es bastante reciente, pero ¿no se supone que anteriormente en Estados Unidos se produjo un gran apetito por esos dibujos animados en un momento en el que estaban buscando cualquier cosa que pudiesen emitir y empezaron a doblarlo con voces americanas?

HM: Absolutamente. Por supuesto, la animación se presta bastante bien a hacer algo parecido, sobre todo la animación más barata, porque no tienes que preocuparte demasiado por sincronizar los labios. La animación barata para televisión supone una bendición para todos los que quieren doblar el producto. Como estuvo colaborando con un hombre llamado Fred Ladd, que dirigía un estudio que era capaz de doblar y editar dibujos animados muy rápidamente, Tezuka fue tan afortunado como para introducirse rápidamente en la industria americana. Ladd sabía bastante bien lo que quería el público estadounidense y lo que no... Mucha gente ha vilipendiado a Ladd por la cantidad de material que despachó de Astro Boy y de otros programas de dibujos animados, pero hay que recordar que era un producto muy de su tiempo. Estaba elaborando todas esas cosas en un momento en que la audiencia masiva de Estados Unidos no era tan sofisticada como la de hoy en día. Creo que el público no habría respondido demasiado bien a la animación no editada original. En realidad, el trabajo de Ladd como editor de anime para el público norteamericano era tremendamente dificultoso, pero creo que lo hizo bastante bien, lo demuestra el hecho de que la gente todavía sigue viendo y enamorándose del personaje de “Astro Boy”. Además, muchos, muchos estadounidenses que nunca han escuchado hablar sobre anime ¡te podrían asegurar que esos dibujos animados son sus favoritos!
AF: ¿Por qué crees que la gente no apreciaba demasiado esas caricaturas que estaban llegando desde Japón? ¿Quizá porque las incluían dentro de la categoría de “animación televisiva para niños'?

HM: Bueno, al verlas dobladas no podías saber en qué parte del mundo se habían hecho. A menos que fueses un verdadero aficionado al anime, por lo que te daría igual escoger una película japonesa de la misma forma que lo harías con una hermosa película doblada del polaco, nada te podía señalar que era de esa nacionalidad. ¿O es que serías capaz de decirlo?

AF: Los productos como Astro Boy tenían un estilo que se parece a lo que nosotros catalogamos actualmente como animación japonesa clásica...

HM: Ahora lo solemos hacer, pero en aquel entonces parecía exactamente animación estadounidense, porque las hechuras de la animación americana no estaban demasiado bien establecidas, la televisión no llevaba tanto tiempo en los Estados Unidos... Cuando encendías la televisión en este país, o en Francia, o en la República Árabe Unida y veías animación en tu idioma, pensabas que era un producto de animación americano, o francés o árabe. ¡Hay un montón de gente en el Golfo que piensa que Astro Boy está hecho en la parte del mundo donde están viviendo!
AF: ¿Cómo fue capaz de equilibrar Tezuka su producción de animación y manga durante los sesenta?

HM: ¡Hizo ambas cosas a tiempo completo, 24 horas al día! Tezuka era un trabajador fenomenal, ¡su ritmo de trabajo era una locura! Una vez estuve echando cuentas, y suponiendo que empezase a trabajar a los 17 años y trabajase justo hasta el día en que falleció con 60 años, ¡tendría que haber producido cerca de diez páginas de manga diarias, así como veinte páginas de guión para animación durante todos los días! También tuvo que hacerse cargo de la dirección de su estudio, la publicidad, cumplir el resto de sus labores, y de alguna manera, encontrar el tiempo suficiente como para poder ver a su familia... Por suerte, durante la mayor parte de su vida, su estudio estuvo justo al lado de su casa, ¡de lo contrario sus hijos ni lo habrían reconocido! Solamente en 1961, Tezuka ganó 3 millones de dólares gracias a sus mangas, ¡y se los gastó todos en hacer anime!

AF: De alguna forma, sus dibujos planos se han comparado alguna vez con la obra de Terry Gilliam, que fue realizada una década más tarde, también puedo ver alguna conexión con el trabajo de Stone y Parker en South Park y con la animación japonesa más reciente, como la que llevó a cabo Mamoru Oshii en “The Amazing Lives of the Fast Food Grifters” y en los dos últimos episodios de “Paranoia Agent”, de Satoshi Kon...
HM: Todo proviene del Kamishibai, que en realidad significa “Teatro de papel”, una especie de cruce entre los recortables de cartón de los teatros victorianos (donde los niños movían a los personajes de un lado a otro con palillos) y los “shows” de Punch y Judy. Kamishibai comenzó su carrera alrededor de 1910, al mismo tiempo que el anime, y casi se podía ver como el anime se estaba representando en vivo en la calle. ¡En esencia se trataba de una herramienta para vender dulces! Los chicos de los pueblos, hambrientos de dulces y otros aperitivos, salían con sus bicicletas a dar una vuelta, y cuando Kamishibai y otros artistas como él llegaban a la plaza del pueblo o de la ciudad, o incluso hasta algún suburbio de Tokio, se ponían a golpear unas tablillas y todo el mundo salía corriendo porque sabía que traían aperitivos. Pero no sólo salían los niños, sino también los adultos. Con el fin de llamar todo el tiempo su atención, los artistas como Kamishibai vendían sus productos y luego empezaban a decir: "Como todos sóis grandes clientes míos, creo que os voy a contar una historia...", y empezaba a desarrollarla en esos pequeños marcos de madera poniendo un montón de papeles pintados sobre ellos. Luego empezaba a retirar los papeles de uno en uno, para que se pudiesen ver las distintas imágenes, y de esa forma iba relatando su historia. Solía narrar historias emocionantes de continuará (siempre eran seriales), y decía: "¡Volveré la próxima semana, venid a comprarme algunos dulces más y os contaré otro poco". Kamishibai era tan popular en Japón que cuando apareció la televisión, la gente la llamaba “Electric Kamishibai"... Por supuesto, la televisión prácticamente acabó con Kamishibai, aunque el estilo resurgió durante la Segunda Guerra Mundial, porque el autor empezó a ofrecer sus espectáculos en los refugios, para distraer a los niños asustados y a los adultos, mientras los ataques aéreos estaban desarrollándose por encima. Al igual que un montón de otros niños japoneses, Tezuka vio al propio Kamishibai cuando era niño, y mientras estuvo trabajando en sus anime durante su vejez, Kamishibai empezó a disfrutar de una especie de reconocimiento en Japón. Al igual que gran cantidad de países, ¡se dieron cuenta de que habían lanzado por la borda a un montón de bebés que potencialmente eran beneficiosos para su cultura! Mientras se está desarrollando el festival de Tezuka, también se va a celebrar una especie de gira artística del estilo de Kamishibai por el Reino Unido. Si las fechas coincidiesen sería toda una suerte...
AF: La obra que hizo que mucha gente descubriese a Tezuka, aunque fuese después de su muerte, fue la adaptación animada de su obra Metropolis/ Metoroporisu, que sin duda es más que un remake de la película de Fritz Lang. Está realizada con un estilo muy parecido al de Tezuka, aunque no sea una adaptación fiel de su manga.

HM: ¡Es una película maravillosa! Sólo su banda sonora me parece muy hermosa, una hermosa banda sonora de jazz y blues…

AF: …como en esa escena apocalíptica acompañada de una canción gospel de Ray Charles. Resulta un brillante contrapunto de la acción...

HM: Sí, la destrucción de la ciudad mientras por encima suena “I can´t stop loving you” ¡No es mi anime favorito pero está bastante cerca! Acabo de editar un nuevo libro titulado “500 Essential Anime Movies” (Ilex Press). Es un libro muy divertido, porque a pesar de que me gustan más los cortos y otro tipo de cosas parecidas, tuve que dejar de lado un montón de series largas que realmente me gustaban mucho. Diría que Metrópolis estaría en el“top 10” de mi lista de favoritos.

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