domingo, 19 de septiembre de 2010

ENTREVISTA A BILL SIENKIEWICZ EN DEADLINE nº 10

Entrevista a Bill Sienkiewicz en DEADLINE nº 10 (1989), por Liz Evans. Traducida por Frog2000.

En Londres está lloviendo. El tráfico se encuentra descontrolado por culpa de los semáforos y de las carreras de los mensajeros y los taxistas a lo largo de Russel Square. Es el despliegue lunático habitual en esta polvorienta capital, y me pregunto qué le parecerá realmente a este americano sonriente que está sentado frente a mí. Bill Sienkiewicz no es alguien que parezca demasiado próximo al realismo del día a día. Su trabajo es inquietante y bello, nada fácil de digerir; siempre se las arregla para modificar la apariencia de la Sociedad y representar a menudo algún aspecto oscuro y psicológico de la misma, en lugar de un cómodo mundo soleado. Tampoco es que esté intentando ocultarse en un universo apartado creado por él mismo, sino que absorbe la vida que va sucediendo a su alrededor y la devuelve alterada, aunque sin cambiar demasiado su esencia.
“Cuando era niño hice un montón de material super-heróico y terminé aburriéndome al cabo de dos años. Quería hacer a Hulk y Batman, y cuando lo conseguí me sentí como... bueno, como si no hubiese nada esencial en ello. Pero quería seguir permaneciendo dentro del meollo. Así que lo que estoy haciendo ahora es plasmar tanto cosas propias como influencias, aunque todo a la vez. Para mucha gente que hace cómics, especialmente en los Estados Unidos, es como si el mundo real no existiese. “Brought to Light” y “Stray Toasters” fueron nuestra forma de devolverle algo a la gente, de hacer algo que realmente tuviese en cuanto el mundo real en el que estoy viviendo.”

Y tal como “Brought to Light” dejaba claro, a veces este no es un mundo particularmente agradable en el que vivir, especialmente en lo que concierne al gobierno americano. Junto a Alan Moore, Sienkiewicz produjo la mitad del libro “Shadowplay”, en donde rastreaban los orígenes del escándalo Irán/ Contra, el affair de Bahía de Cochinos y la guerra silenciada en Laos. En la otra mitad, “Flahspoint”, se relataba la historia de dos periodistas que habían intentado encontrar al responsable del bombardeo de La Penca en el que se mutiló o asesinó a doce reporteros de todo el mundo. Al haber elegido un tema tan delicado, Warner Books, el editor original, retiró (haciendo así que la edición se retrasara) la publicación del tomo hasta después de las elecciones presidenciales de 1988. Visualmente “Shadowplay” es extremadamente efectivo. Los colores pueden ser capaces de ponerte de los nervios, el grafismo de los textos es abigarrado y las imágenes resultan inquietantes.

“Hubo diferentes revistas americanas que lo vieron como algo positivo, pero a la larga el público americano, como el verdadero estado republicano que es realmente el país, sencillamente pensó que era algún tipo de discurso largo y aburrido y ni siquiera llegó a fijarse en él. Se pensaban que era algo en plan “Chicken Little”, ya sabes: el cielo se cae, el cielo se está cayendo, pero la verdad es que no se parecía ni en pintura. Tener conciencia política, saber lo que está haciendo el gobierno, significa que debes aceptar lo que ocurre de verdad. No puedes coger y simplemente quedarte sin mirar lo que ocurre, pasando de todo porque en realidad te afecta demasiado saberlo. Es como si te dijesen que te quedan seis meses de vida, no puedes obviarlo y hacer planes para dentro de un año. 

Existen dos niveles de realidad. Tenemos aquella en la que estás sentado en tu casa viendo el Show de Cosby y comiéndote un twinky mientras te bebes una cerveza, y está la otra en la que están sucediendo cosas de forma encubierta. A mucha gente tan sólo le importa tener el frigorífico lleno de twinkies y cerveza. Mucha gente suele racionalizarlo: tan sólo estamos haciéndole al enemigo lo que ellos nos han hecho a nosotros, pero no creo que esa sea la mejor forma de reflexionar estas cosas. Por lo menos no es en la que estaba basada la Constitución de los Estados Unidos.”

“Brought to Light” tiene un valor incalculable porque demuestra el potencial del formato del comic book/ novela gráfica. Las palabras y los dibujos pueden hacer mucho más que entretener. Para el artista que necesita expresar algo más que el enésimo evento intergaláctico entre planetas como eje de su trabajo, utilizar el medio como una propuesta política merece mucho la pena.

Uno de los trabajos más recientes que ha nacido gruñendo desde el lienzo de Bill Sienkiewicz es “Stray Toasters”. Publicado en cuatro “modelos” separados, “Toasters” es una obra maestra de lo emocional y lo psicológico, así como de lo artístico, aunque tampoco negaremos la dificultad y esfuerzo ocasional que puede involucrar su lectura. Demanda bastante esfuerzo por parte del lector, un enfrentamiento con situaciones dolorosas y una relación con un lado muy oscuro de uno de los ejes fundamentales de la Sociedad: la familia. Quizá a nivel subconsciente provoque un cierto miedo que actúe como barrera a la hora de comprender la historia, porque realmente tener que enfrentarte a ese tipo de violencia (en el sentido psicológico), bien podría ser demasiado para algunos, especialmente si la temática golpea algún nervio particularmente sensible.

“Ni pide, ni da cuartel”, dice Sienkiewicz, que no sólo ha dibujado esta extraña serie, sino que también la ha ideado y escrito.

"Tengo una amiga que se leyó el primer número y supongo que le recordó su infancia. Me dijo que se lo había leído hasta que se puso a llorar porque sacó a la luz un montón de emociones. Provoca diferentes reacciones. Por un lado tenemos a los fans que no lo entienden y luego existe otra gente que realmente intenta conectar con la historia. 

Los cómics son un medio extraño. Una cosa son las palabras y otra los dibujos, pero si los unes entre sí se supone que son algo para idiotas. Pero yo creo que pueden ser mucho más. No creo que “Toasters” funcionase en forma de libro, porque necesita el componente visual. Hay partes que podrían trasladarse a la pantalla, pero lo que tienen los cómics en contraposición al vídeo es que todo se encuentra en la página al mismo tiempo y puedes volver a ello cuando quieras y mirarlo cuanto tiempo necesites. Hay muchas formas de marcar el ritmo, y por eso hay un montón de ilustraciones a página completa que hacen que el ritmo de lectura se ralentice. Como ocurría con la escena en la que Abby estaba agarrando al pequeño chaval (en el Modelo [número] Uno). Hace que te detengas y veas qué es lo que quieren los personajes, es como un momento de tranquilidad reflexiva antes de volver a coger ritmo y acelerarse. Supongo que en una película puedes hacer algo parecido, pero el momento pasará de largo rápidamente. En el cómic puedes tomarte todo el tiempo que quieras. En el cómic hay elementos muy beneficiosos, y creo que gente como Frank Miller, Alan Moore y yo mismo estamos redescubriendo todo un lenguaje y lo que se puede hacer con él. Y creo que las personas que nos leen y las que escriben sobre lo que hacemos también están descubriendo un vocabulario exclusivo.”

El argumento básico del que trata “Stray Toasters” ha demostrado ser virtualmente indescifrable para algunas personas. Así que para aquellos que se suelen quedar irremediablemente confundidos al leerlo, aquí tenemos un breve resumen que podría arrojar algo de luz.

“Básicamente hay un par de casos de asesinato y ambos están conectados entre sí por la figura del niño: Todd, del que han abusado gravemente. Después de recorrer muchos hogares de acogida se ha encontrado con un montón de mujeres a las que les gustaría adoptarlo, y él se da cuenta de que en cuanto empiezan a importarle y formar parte de su vida, toda la rabia sale a la luz de repente y las mujeres son asesinadas por la figura del padre. Al mismo tiempo, la madre (Dahlia) quiere encargarse de su pequeño hijo, mientras también está buscándole insistentemente para matarlo.”

¡Y ese es el argumento más reducido que cualquiera va a poder conseguir! Por eso “Toasters” no funciona de forma lineal. Es mucho más profundo y complejo y opera a demasiados niveles como para reducirlo hasta un esqueleto simplista. Quizá se podrían explicar las cosas refiriéndonos a los personajes y a la forma que tienen de percibir el mundo que les rodea. Por ejemplo, Todd muestra algunos rasgos de autismo. Aunque no hay nada que demuestre literalmente cuál es su estado, este se insinúa a través de los silencios y de su incapacidad para conectar con otros seres humanos.

“Todd no habla demasiado por culpa de los abusos que ha experimentado, pero muchos niños autistas (muchos es una generalización, por lo que automáticamente me estaré equivocando), murmullan y hacen ruido de forma mecánica porque les resulta más fácil relacionarse con objetos mecánicos. Si te quedas sentado frente a una estantería, puede que no te vean como a una persona sino como algo que hay que pasar por encima para poder coger lo que está en ese estante. Se quedan como desconectados. También tienen una sensación parecida con los artefactos, que arrojarán contra el suelo si no funcionan como se supone que deberían hacer. Para un chico pequeño que ve las cosas tal y como lo hace Todd, ser un ser humano le hiere profundamente. Ser una máquina es simplemente una forma de estar en funcionamiento o apagada, trabajando o sin trabajar. Por lo que en algún lugar de su interior el chico quiere convertirse en un adulto, pero lo encuentra demasiado aterrador; porque esperar a ver lo que ocurre a continuación resulta demasiado doloroso. Por lo tanto, inmediatamente se construye una figura paterna y le otorga un aspecto mecánico pleno de magnitud y potencia.

De alguna forma Todd es el más abierto de todos los personajes, porque en realidad actúa libremente. Por ejemplo, al final del tercer número, Egon comenta: no necesito volver a hacer algo como esto, y todo lo que le responde el chico es: yo sí que lo necesito. Es quien más se enfrenta e intenta asumir todo lo que está sucediendo a su alrededor.”

La unidad y la seguridad familiar no es algo tan seguro o está tan alejado de causar problemas como ha parecido hasta ahora. Incluso aunque la gente se encuentre a gusto en su casa y tenga un buen trabajo, ¿de verdad se puede creer alguien que es una situación completamente segura? “Toasters” destruye sin piedad y con precisión el concepto de seguridad. Sus mismas reflexiones sobre el tema ofrecen una ayuda extra para conocerse a uno mismo y la forma que tenemos de actuar en sociedad.

“La seguridad y la forma que tiene la gente de percibirla suponen un lento aprendizaje. Me he dado cuenta de que aquellas ocasiones en las que estoy más contento han sido las veces en las que no tengo ningún tipo de atadura con nadie. Salir al exterior se parece mucho a caminar por el filo del abismo. Creo que en el material que yo suelo hacer se puede captar una verdadera excitación, así como cierto elemento de terror, porque es como adentrarse en lugares donde nadie había estado antes.

“Stray Toasters” fue realmente una emanación de la tensión por la que pasa todo el mundo más tarde o más temprano. Hacerlo fue muy excitante y también muy aterrador, difícil pero también demasiado fácil. Hablé con muchos psicólogos infantiles y yo mismo recibí terapia durante casi siete años. No porque odiase los lunes o algo parecido sino porque te ayuda a clarificar y entender cómo sientes las cosas y los sucesos de tu vida. Te sientas como te sientas, la forma de tratar con ellos es lo que nos diferencia. Algunas personas rompen una ventana, pero también hay formas constructivas de tratar con emociones parecidas. Eso es lo que intentaba expresar en “Toasters”. No sé cuánto tendrá de autobiográfico, pero sí que te puedo decir que realmente no me gustan las tostadas.”

Uno de los problemas de “Toasters” fue la espera entre cada número. Sienkiewicz quería que se leyera de golpe, pero tuvo que plegarse a los editores y esperar a comprobar que el primer número sería capaz de convocar a los lectores suficientes que quisieran volver a por más.

“Las cosas se fueron haciendo más claras de forma gradual, y hacia el cuarto número todo cogió sentido. Quería soltar al lector en mitad de la nada y dejar que entendiese el argumento más tarde. De esa forma captaría una atención mayor por parte de los lectores, y así se quedarían pendientes de lo que estaba sucediendo en la serie.”

Las influencias de Bill se extienden mucho más allá del medio. Cuando compara los efectos que pueden producir los cómics, menciona a David Lynch y “Eraserhead”, porque esa película también captura sensaciones parecidas. Una de sus más sobresalientes influencias artísticas es Gustav Klimt, el pintor austríaco que fue punta de lanza del movimiento Art Noveau durante el cambio de siglo. Las altas, bellas y obsesivas imágenes que idea Sienkiewicz del personaje de Dahlia en el modelo [número] dos me traen a la mente las doradas y misteriosas figuras de Klimt: mujeres altas y delgadas, pero poderosas, que siempre parecen poseer un rasgo de tristeza que forma parte intrínseca de su belleza.

“Cuando estuve observando los cuadros de Klimt en New York, me emocioné y me puse a llorar. Es como si alguien me hubiese golpeado directamente. Me gusta su sentido del diseño, pero también tiene que haber algo más por debajo, como suele ocurrir en el trabajo de Schiele. En ese material hay otro nivel subsconsciente. Realmente era como un voyeur, porque cogía las imágenes que estaban en la mente de todo el mundo y las juntaba de una forma en la que puedes captar ese sentimiento de belleza.”

Al final de “Stray Toasters” todavía existe una atmósfera de inseguridad en el ambiente. Puede que aún no puedas abrazar la completa seguridad, todavía podrías quedarte sin respiración.

“La vida no funciona como en un episodio de “Canción triste de Hill Street”. No hay un punto en el que todo se quede atado y resuelto. No sabes qué es lo que va a pasar a continuación, ni las cicatrices que te quedarán, no sabes lo que le pasará a ninguno de los personajes que siguen vivos en la historia. Esto es un material parecido al de los super-héroes destrozando universos, sencillamente es una historia donde la unidad familiar se ha colapsado. En realidad es algo que cualquier persona cercana de tu entorno podría llegar a entender.”

Bien, ahora que todo parece un poco más claro, ¿podrías pasarme la mermelada, por favor?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola.. sabrias si alguna de estas obras están editadas en españa...? gracias... saludos dsd alicante.

frog2000 dijo...

Hola. Stray Toasters lo publicó en tomo Planeta (Fórum) hace muchos años. Ahora que Image ha sacado una nueva edición, supongo que alguien lo reeditará en castellano. Brought to light nunca se ha editado en España, puedes descargarlo en inglés aquí: http://www.taringa.net/posts/comics/2537705/Brought-to-light-de-Alan-Moore-_Ingles_.html

Anónimo dijo...

gracias!!! :) saludos.

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