jueves, 13 de noviembre de 2008

REEDICIONES NECESARIAS (6): DAMAGE CONTROL

Me parto cada vez que releo las tremebundas fazañas de Damage Control en su primera serie limitada y que aquí pudimos disfrutar en la colección compiladora de mini-series Marvel Heroes (¿cuantos buenos tebeos que aparecieron por aquí siguen sin estar a disposición del seguidor de La Casa de las Ideas?.)

El concepto de una contructora que se dedica a reparar los desaguisados provocados en las peleas de super-héroes regado con mucho cachondeo se puede tratar de muchas formas. Como por ejemplo en la nefasta (por estúpida, ¿para qué joder un concepto tan bueno?) saga de Civil War de Lobezno, en la que meten a Damage Control en una dramática camisa de once varas, produciendo así una aparición apócrifa que el verdadero fan de la serie no debería ni tener en cuenta. Incluso en su mini relacionada con World War Hulk, el guionista de las clásicas series limitadas del grupo se pasará por el arco del triunfo el intento de convertir a Damage Control en algo tan gris y plomizo como el resto de series de la escudería.

Ernie Colon (dibujante nacido en Puerto Rico en 1971) tiene un estilo gomoso que ha paseado por títulos tan dispares como Magnus Robot Fighter, Casper o Airboy. Recientemente ha saltado a la fama por su "novela gráfica" sobre el 11/S titulada 9/11 Comission Report (El Informe 11/S), con un dibujo alejado del caricaturismo con el que impregnó Damage Control y que le vino de perlas a Dwayne Mcduffie, guionista nacido en Detroit con notables aciertos (sus Batmanes y alguna serie de Milestone, sello en el que estuvo involucrado hasta las cejas) y mediocridades horrorosas (ver sus Cuatro Fantásticos pre-Mark Millar o el segundo volumen de Deathlock).
En Damage Control ambos realizaron uno de sus mejores trabajos (¿el mejor?) quitando hierro al asunto este de las mallas y haciendo que el lector pasase un buen rato mientras se tronchaba con las andanzas de unos personajes sin super-poderes que vivían en una sitcom perpetúa codeándose con Spiderman o la Patrulla-X. Si la serie hubiese sido regular, podría haber rivalizado con la famosa JLA/JLE, pero duró tres temporadas y las carcajeantes aventuras de Robin Chapel y el resto pasaron a ser anécdota casi olvidada.

La nostalgia hizo que se recuperase al grupo en la Hulka de Dan Slott (la cuál le debe mucho a Damage Control, la serie de la Construcción), consiguiendo que tras la referida debacle CivilWaresca, McDuffie retomase los controles de la serie junto con el joven (y prometedor) valor Salvador Espín al dibujo en tres números que rastrean la caótica New York post-World War Hulk. Y la magia sigue ahí. No han pasado los años por los personajes y estos actúan como se supone que deben hacer y la mini se queda más mini que nunca, pues es una pena que el lector atisbe lo magnífico del concepto y la poca cancha que se da últimamente a productos así de extravagantes y diferentes en la Aburrida Marvel de las Sagas Encadenadas.

Si por lo menos se recuperasen en castellano las tres series, junto con sus primeras apariciones en Marvel Comics Presents 19 y MARVEL AGE ANNUAL 1988 (en un tochal Marvel Monster, por ej.), podríamos volvernos a reír (no todo son hostias y drama, hombre).


Más info.

2 comentarios:

Oneyros dijo...

Por mucho JLA/JLE, los mejores comics de humor de superheroes que se han hecho son los de Hulka del magnifico John Byrne.!!

Oneyros dijo...

http://www.welcometothesuck.es
only_a_dream1@hotmail.com
Un abrazo!

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